Ola de calor

Según los pronósticos y las estadísticas, este año será el más caluroso de los últimos 60 años. Sea cosa del calentamiento global o no, la cosa es que estos días ya estamos sufriendo los efectos de la ola de calor que nos ha llegado. Temperaturas de 40ºC casi todos los días y de 30ºC casi todas las noches terminan haciendo mella en cualquiera. Para que sea más llevadero, os dejo unos consejos que pueden ayudar a refrescaros y sobrellevar el verano, y que están después del salto:

• Refrescarnos siempre que lo necesitemos.

• Beber agua abundantemente, sin esperar a tener sed. Si de media se debería beber unos 2 litros al día, durante los días de calor deberían ser entre 3 y 4 litros.

• Protegernos de la exposición directa al Sol, sobre todo en las horas centrales del día (de 12 a 17 horas).

• También debemos evitar hacer esfuerzos físicos en las horas de más calor.

• Hay que permanecer el mayor tiempo posible en la sombra y en lugares frescos.

• Evitar salir o entrar con frecuencia en sitios climatizados. Cuando entramos en un lugar con aire acondicionado o salimos de él, la diferencia de temperatura puede ser de hasta 20ºC, sometiendo al cuerpo a un golpe de calor intenso que puede debilitar nuestra salud.

• Tenemos que ponernos ropa clara, ligera y que deje transpirar al cuerpo.

• Debemos cuidar que las medicinas estén en un lugar fresco, ya que el calor puede deteriorarlas.

• Hay que evitar dormirse al Sol, podemos sufrir quemaduras serias en la piel.

• Hemos de protegernos la piel, la cabeza y los ojos con ropa, sombreros o gorros y gafas de sol.

• Hay que evitar los lugares altos, pues aunque la altura disminuye la temperatura ambiente, aumenta el riesgo de sufrir quemaduras solares.

• Si tenemos cerca o convivimos con niños pequeños, enfermos crónicos o personas mayores, hay que tener especial cuidado con ellos, ya que son más sensibles a las temperaturas extremas.

• Guardar las mayonesas y demás derivados de la leche (y la leche, obviamente) en lugares frescos a los que no les dé la luz directa del Sol, pues de lo contrario se favorecería su fermentación.

• Mantener la casa fresca, procurar no tener las ventanas abiertas para evitar que entre el calor y las persianas bajadas. Si por las noches la temperatura es más fría, aprovechar para ventilar la casa y refrescarla.

• Utilizar cremas solares siempre que vayamos a exponernos al Sol o a ponernos morenos. Deberemos usar un factor de protección adecuado. Para conocer el factor que deberemos utilizar podemos seguir la siguiente clasificación de tipos en función del tipo de piel (realizada por Pedro Jaén, jefe del servicio de Dermatología del Hospital Ramón y Cajal, Madrid):

• Tipo 1: Piel blanca-lechosa, personas albinas o pelirrojas, con ojos azules y pecas. Factor 50+.
• Tipo 2: Piel blanca, pelo rubio o pelirrojos, ojos azules o verdes y pecas. Factor 35+.
• Tipo 3: Piel blanca, generalmente de origen europeo. Factor entre 20 y 35.
• Tipo 4: Piel ligeramente morena, pelo y ojos oscuros (típico del Mediterráneo). Factor entre 15 y 20.
• Tipo 5: Piel morena (amerindios e hispanos). Factor entre 15 y 20.
• Tipo 6: Piel negra. Factor 15.

Recuerda también que no sólo el Sol desprende calor. Los electrodomésticos y aparatos electrónicos del hogar, así como las bombillas, también contribuyen a la subida de temperaturas en la vivienda, por lo que, siempre que no sea necesario, procuremos que estén apagados.

Por último, y como curiosidad, los ventiladores no refrescan el aire, realmente remueven el aire caliente, pero por las leyes de la Termodinámica, una masa de aire caliente en movimiento es más fresca.

Espero que estos consejos (de los cuales seguro que conocéis todos o casi todos) os sirvan para hacernos pasar un verano más agradable :).